“Calor y salud en nuestras manos”. Ese es el título de un proyecto de aplicación de una tecnología simple que les cambió la vida a varias familias del Norte neuquino. Consistió en la construcción de estufas rusas.
La idea surgió de la Asociación de Fomento Rural “La Salada” y el Hospital de Chos Malal. El objetivo fue fomentar la calefacción adecuada de las viviendas. Se pretendía, de esa manera, y prevenir los problemas respiratorios vinculados a la inhalación de humo ambiental.
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| Familia de Taquimilán, frente a su estufa rusa construida en 2010. |
La experiencia ganó en 2011 el primer Concurso Provincial de Proyectos Sociales. Actualmente, está en marcha la tercera convocatoria a este concurso.
Tan importante fue el resultado que generó esta tecnología en el ámbito rural, que se la difundió en Chos Malal durante la Semana de la Ciencia y la Tecnología 2013.
Lorena Colombo, coordinadora del Centro Provincial de Formación de Agentes Sanitarios, realizó la presentación del proyecto ante estudiantes de nivel medio reunidos en Chos Malal.
Las estufas rusas son de alto rendimiento. Con 100 kilos de leña producen el mismo calor que el generado con 400 kilos de leña por una estufa de hierro. El beneficio es para la salud de los usuarios y también para el medio ambiente.
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